Microficciones presentadas en el foro
-agosto 2010-
Perla Abrate
La carta
Salió desde una lejana tierra donde reinan los monos y llegó a la mano de Mercedes que la recibió temblorosa y esperanzada.
Caminó hacia el living y se sentó a leer. Su abuelo frente a ella la observaba con atención. Los colores iban desapareciendo del rostro de la joven a medida que leía, la mano laxa dejó caer la carta.
Cuando Mercedes reaccionara él se sentaría frente a la máquina de escribir dispuesto a responder.
Queridísimo Bonny: cuando llega esta fecha, de profundo dolor para mi, no puedo dejar de pensar en el ser humano ¡¡¡ tan deshumanizado!!! Y en la loca y afiebrada carrera de poder que los sacude y obnubila en aras de ser los primeros en todo, de querer todo, DEL ABUSO DE PODER. Y tú hijo mío, tan joven, sano y fuerte fuiste elegido para esta inmolación sin sentido, tan cruel e injusta. Y acá se impuso la ley de la selva; pero la selva de cemento: el más fuerte sometiendo al más débil…¿ Que sabías tú de biosatélites, de escafandras, del espacio?...Tú vivías feliz entre los tuyos, y te llevaron tan lejos para nunca regresar. Con esta escultura de una mano mostrando al mundo tu sacrificio quiero decirle a los hombres que la felicidad no está en el Poder sino en las pequeñas cosas de la vida cotidiana. ¿ Sabes Bonny? al escribirte me siento más cerca de ti. Nunca morirás porque te llevo en mi corazón. Hasta que volvamos a encontrarnos…
Fue esa carta la culpable, se la dictó el librero a su esfera perfecta, nostalgiosa de nuestra esencia primate encarcelada.
Girando y girando la bola de cristal veo correr los años, voy lejos muy lejos en el tiempo milenios atrás, de cuando el hombre era mono y feliz se desplazaba de liana en liana.
De pronto se frena, comienza a rodar hacia delante y encuentro al humano transformado en sabio o en bruto, sensible o indiferente, habitante del campo o la ciudad; con sus temores, inseguridades, miedo al devenir, pero siempre, antes y ahora redimido por el amor.
-Cuando el mono involucionó y pasó a ser humano se perdió un caudal de sabiduría; nunca fue igual.
-Sólo nos consuela, en favor de la especie, la dicha de saber que nunca tan simpático animal podría devenir del hombre ¡ESTA HUMANIDAD SIEMPRE RETROCEDIEN!
-El mono, se regocijó, pues pretendía escribir como hombre; mas el hombre no pudo con su genio y comenzó a monigotear como todo humano.
- Cuando lo llamaron mono porque se portaba como tal, el hombre se sintió herido. Mas lo sufrió el primate, pero no pudo decir nada.
Caminó hacia el living y se sentó a leer. Su abuelo frente a ella la observaba con atención. Los colores iban desapareciendo del rostro de la joven a medida que leía, la mano laxa dejó caer la carta.
Cuando Mercedes reaccionara él se sentaría frente a la máquina de escribir dispuesto a responder.
Ana Naría Frolli
Carta de un padre a un hijo
8 DE JULIO DE 19..
Queridísimo Bonny: cuando llega esta fecha, de profundo dolor para mi, no puedo dejar de pensar en el ser humano ¡¡¡ tan deshumanizado!!! Y en la loca y afiebrada carrera de poder que los sacude y obnubila en aras de ser los primeros en todo, de querer todo, DEL ABUSO DE PODER. Y tú hijo mío, tan joven, sano y fuerte fuiste elegido para esta inmolación sin sentido, tan cruel e injusta. Y acá se impuso la ley de la selva; pero la selva de cemento: el más fuerte sometiendo al más débil…¿ Que sabías tú de biosatélites, de escafandras, del espacio?...Tú vivías feliz entre los tuyos, y te llevaron tan lejos para nunca regresar. Con esta escultura de una mano mostrando al mundo tu sacrificio quiero decirle a los hombres que la felicidad no está en el Poder sino en las pequeñas cosas de la vida cotidiana. ¿ Sabes Bonny? al escribirte me siento más cerca de ti. Nunca morirás porque te llevo en mi corazón. Hasta que volvamos a encontrarnos…
Inés de las Mercedes Romero
Fue esa carta la culpable, se la dictó el librero a su esfera perfecta, nostalgiosa de nuestra esencia primate encarcelada.
María Cristina Albrecht
Girando y Girando
Girando y girando la bola de cristal veo correr los años, voy lejos muy lejos en el tiempo milenios atrás, de cuando el hombre era mono y feliz se desplazaba de liana en liana.
De pronto se frena, comienza a rodar hacia delante y encuentro al humano transformado en sabio o en bruto, sensible o indiferente, habitante del campo o la ciudad; con sus temores, inseguridades, miedo al devenir, pero siempre, antes y ahora redimido por el amor.
Marta Aimetta
-Cuando el mono involucionó y pasó a ser humano se perdió un caudal de sabiduría; nunca fue igual.
-Sólo nos consuela, en favor de la especie, la dicha de saber que nunca tan simpático animal podría devenir del hombre ¡ESTA HUMANIDAD SIEMPRE RETROCEDIEN!
-El mono, se regocijó, pues pretendía escribir como hombre; mas el hombre no pudo con su genio y comenzó a monigotear como todo humano.
- Cuando lo llamaron mono porque se portaba como tal, el hombre se sintió herido. Mas lo sufrió el primate, pero no pudo decir nada.