¿Por qué llamar Bosque a un taller que se desarrolla en el centro de una ciudad populosa?

"Nada es absurdo cuando tratamos de construir nuestra vida en libertad", esta cita, que se atribuye a Albert Camus, es la respuesta

Bosque: Taller de Creación Literaria

SADOP (Sindicato Argentino de Docentes Particulares)
Centro de Jubilados
Secc. Córdoba - Centro

Independencia 364


Olga Noriega

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Una foto en mi memoria. El tiempo y las circunstancias no lograron opacarla.
La plaza que se despereza, el gorjeo de los pájaros, los últimos rayos de sol en los árboles.

Cuando caiga el sol quitarán la lona de la calesita y los caballitos briosos, los autos y aviones bailarán sin descanso al compás de una música monótona y pegajosa al que un señor parsimonioso dará vida haciendo girar la manivela.
Con mi vestido de día domingo, rojo, con moño atrás, cuello ribeteado de trencillas blancas, acompañada por mi mejor amiga y vecina, Beatriz, me dirijo feliz al encuentro del carrusel. Único lujo y entretenimiento del pueblo.
Las escasas monedas que me regaló mi abuela tintinean en el monederito azul que ella tejió.
Compramos el primer boleto, con la esperanza de sacar la sortija. Subo a la calesita y me quedo parada, aferrándome a un barrote, comienza la danza, primero con un traqueteo, después giros que nos hacen sentir amazonas si vamos cabalgando un corcel, o azafatas si es un avión, o pilotos de un autito, que para nosotras es un bólido que corre veloz, quién sabe en cuál carretera de nuestros sueños fantasiosos.
Soy feliz, estiro mi brazo en un intento desesperado por sacar esa llavecita que será el premio a una vuelta más. La suerte hace firuletes en el aire y escapa.
Finaliza nuestro vals, nos bajamos un poco atolondradas por el vértigo. ¿Cuánto dinero queda? ¡Lo justo para una espuma de azúcar! Y volver a casa despacito comentando vaya saber qué tonterías importantes para nosotras.
Las veredas son desparejas, desniveles que vamos sorteando con saltitos mientras saludamos a los vecinos que sentados en las puertas de sus casas disfrutan de la brisa fresca del atardecer mientras comentan los chismorreos del pueblo.